En el siglo XVI, concretamente en el año 1528, se finalizan las reformas de la antigua Mezquita para dar paso al inicio de la construcción de la nueva Catedral renacentista. El proyecto original y las primeras trazas, hoy inexistentes, fueron obra del burgalés Diego de Siloé, autor de reconocido prestigio que proyectó su arquitectura en un gran número de monumentos de la época. La planta que se presenta es longitudinal con girola y tiene tres naves con capillas laterales. Dos personajes claves en el comienzo de las obras son Enrique Egás y Pedro López, este último primer Maestro Mayor de la Catedral de Málaga. López arranca la fábrica y la eleva desde sus cimientos hasta una altura de 6 metros.
