Una vez solucionados los problemas de financiación, el siglo XVIII sería definitivo para abordar el proceso final de la Catedral. Al frente de esta etapa está José de Bada, antiguo Maestro Mayor de la Catedral de Granada. En 1721 se dan los primeros pasos comenzando por la unión de la fachada de la Plaza del Obispo a lo ya edificado en el siglo XVI. A la muerte de Bada en 1756 le sucede Antonio Ramos que cubre la nave central, une la obra antigua con la nueva y concluye la torre norte y los cubiletes. El gran magisterio de Ramos lo convierte en el alma de esta última etapa de la Catedral.