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CATEDRAL DE MÁLAGA

Capilla Virgen de los Reyes

En su tiempo, este espacio fue antesacristía menor de la Catedral. En la actualidad se encuentra el acceso al columbario en el que se entierra a los Canónigos de la Catedral.

En la parte izquierda puede observar el retablo de la titular, diseñado por el autor madrileño Juan Niño de Guevara y atribuido a Pedro de Mena. Según la tradición, esta Virgen gótica del siglo XV fue regalada por la Reina Isabel tras la toma de la ciudad en 1487. En un primer momento lució en el Altar Mayor y, posteriormente, en el siglo XVII, los racioneros de la Catedral la emplazaron en esta capilla dedicada a su nombre como acción de gracias a la erradicación de la epidemia de la peste presente en la ciudad.

Justo a los pies de la imagen mariana se disponen dos esculturas orantes de los Reyes Católicos, obra maestra del escultor Pedro de Mena. Su sencillez, su interesante policromía y la expresión de sus rostros logran plasmar un mayor recogimiento y espiritualidad.

“ Según la tradición, esta Virgen gótica del siglo XV fue regalada por la Reina Isabel tras la toma de la ciudad en 1487. ”

En la parte central llama toda la atención el gran óleo sobre lienzo de la Decapitación de San Pablo, de Enrique Simonet. Esta obra, que no deja a nadie indiferente, fue premiada en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid en 1887.

Capilla de San Francisco

Este espacio está dedicado a los Franciscanos, una orden religiosa mendicante fundada por San Francisco de Asís. Se trata de la primera orden que se estableció en la ciudad de Málaga.

El retablo que se observa es de estilo castellano, del primer barroco del siglo XVII. Está compuesto por un programa iconográfico que gira en torno a los santos y santas de la orden franciscana. En el centro destacan Santa Clara y San Francisco de Asís, imagen esta última añadida con posterioridad, obra de Fernando Ortiz. Alrededor de la calle central se distribuye el amplio repertorio franciscano. El retablo se corona con un Calvario y con los escudos de armas nobiliarios de sus benefactores, el marqués de Siete Iglesias y el conde de la Oliva.

“ El retablo que se observa es de estilo castellano, del primer barroco del siglo XVII”

En ambos laterales de la capilla descansan dos de los miembros de la iglesia de Málaga más destacados a lo largo de la historia, ambos llamados Luis de Torres, tío y sobrino respectivamente.

Capilla de Santa Bárbara

En este espacio se encuentra el retablo más antiguo del templo, el único que procede de la primitiva mezquita-catedral. Se trata de un conjunto de estilo gótico encargado en 1524 al escultor Nicolás Tiller y al pintor Francisco de Ledesma. El tapiado de esta capilla durante la Guerra Civil Española contribuyó a que la conservación del retablo fuera íntegra.

Su programa iconográfico presenta las figuras del Calvario, Santa Catalina, Santa Apolonia, San Roque, el grupo de Santa Ana con la Virgen y el Niño, los Padres de la Iglesia y los cuatro Evangelistas. Entre las representaciones pictóricas se encuentran escenas de la Anunciación, San Francisco, Santo Domingo, Santo Tomé, San Damián y, los patrones de esta ciudad, San Ciriaco y Santa Paula.

Justo debajo del Calvario se sitúa la imagen titular, Santa Bárbara. Fue tallada en 1765 por Fernando Ortiz para sustituir la primitiva imagen. Debajo de la Santa se emplaza una tabla con la Misa de San Gregorio, obra de Fernando de Coca en 1523 y única pieza que se conserva del antiguo retablo de San Gregorio, realizado también por Nicolás Tiller.

“ Se trata de un conjunto de estilo gótico encargado en 1524 ”

A ambos lados del conjunto principal se emplazan dos altares similares con pinturas de Juan Niño de Guevara: la Ascensión, a la izquierda, y la Asunción, a la derecha. Dos de sus obras culmen, con clara influencia del maestro Alonso Cano.

Capilla de la Encarnación

Esta capilla está dedicada a la advocación de la Catedral: la Encarnación, elemento esencial de nuestra fe.

El origen de esta capilla está en el obispo Fray Bernardo Manrique, principal promotor de las obras de la Catedral en el siglo XVI, quien reservó este espacio para su enterramiento. Poco tiempo después, el obispo Francisco Pacheco fue el encargado de embellecer la capilla y para ello encargó su retablo principal al escultor Juan Bautista Vázquez y su decoración pictórica al pintor italiano César Arbasia.

“ El origen de esta capilla está en el obispo Fray Bernardo Manrique, principal promotor de las obras de la Catedral en el siglo XVI. ”

En el siglo XVIII, el obispo José Molina Lario también reformó la capilla, cambiando su viejo retablo y eligiéndola como lugar de enterramiento El estilo del retablo es clasicista y su estructura se divide en tres calles divididas por columnas corintias lisas que sostienen un entablamento partido. En la calle central, dentro de un vano, aparece un grupo escultórico de mármol de la Anunciación. En las calles laterales se ubican las imágenes de los patronos de la ciudad, San Ciriaco y Santa Paula acompañados de unos ángeles que portan sus atributos.

En el testero derecho se emplaza el mausoleo del obispo Molina Lario, quién ultimó el aspecto actual de la capilla.

El mausoleo que habita el flanco izquierdo es el perteneciente al primer obispo que se ocupó de la composición de la capilla, Fray Bernardo Manrique. Se trata de la única pieza original que se conserva de la primitiva capilla.

Capilla de la Virgen del Pilar

La Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, es una de las advocaciones con mayor fervor popular en nuestro país. En el siglo XVI esta capilla recibía el nombre de San Gregorio y se conocía popularmente como la del “Pozo” por ser el lugar donde se encontraba el pozo que servía de abastecimiento durante las obras de la girola. Tras las pérdidas de la Guerra Civil es el arquitecto diocesano Enrique Atencia quién se encarga de diseñar el nuevo retablo que acoge en la actualidad a la Virgen del Pilar.
“ La Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, es una de las advocaciones con mayor fervor popular en nuestro país ”
En los flancos de este espacio se pueden observar diversos lienzos enmarcados en arquitecturas fingidas. A la derecha, la doble composición de Jesús Niño a San Antonio de Padua y las tentaciones de San Antonio Abad; a la izquierda, la aparición de San José con el Niño a Santa Teresa de Jesús. Todas ellas son obras del autor Diego de la Cerda. En el testero izquierdo otra dolorosa se sitúa a los pies del Cristo del Perdón, un crucificado de tamaño natural atribuido al taller de Pedro de Mena. Está considerada como una de las mejores dolorosas creadas por Pedro de Mena dentro del modelo de la contemplación.

Capilla Cristo del Amparo

Antiguamente era conocida como Capilla del Trascoro por la improvisada situación del coro antes de la conversión de la antigua mezquita-catedral en el templo que hoy se conoce.

El Cristo que presta el nombre y preside este espacio sagrado es obra del granadino Antonio Gómez. Su ejecución data del siglo XVII por mandato del Obispo Tomás de Borja. A los pies de este cristo del nuevo barroco se emplaza una dolorosa anónima del siglo XVIII y dos vitrinas con las representaciones escultóricas de El Éxtasis de Santa Teresa de Jesús y Santa María Magdalena, atribuidas a la escuela napolitana del primer tercio del siglo XVIII

“ El Cristo que presta el nombre y preside este espacio sagrado es obra del granadino Antonio Gómez, del s.XVII. ”

En los laterales existen dos altares decorados con obras del pintor Niño de Guevara. Se trata de los Últimos momentos de San Francisco Javier y San Juan de Dios antes de su muerte, obras de impecable composición y sobriedad cromática.

Capilla de San Julián

Es la última de las capillas de la girola. Por su puerta central se accede a la Sacristía de la Catedral.

En 1637, la ciudad de Málaga estuvo sumida en una epidemia que afectó a toda su población, encomendándose a San Julián, Obispo de Cuenca, para intentar vencer esta mala suerte. Al remitir dicha enfermedad, el entonces Obispo de la ciudad manchega regaló al templo malagueño un lienzo que representa la Aparición de la Virgen a San Julián, obra del pintor Cristóbal García Salmerón. A partir de este momento quedó definida su advocación actual.

“ El centro de atención de esta capilla es el majestuoso cuadro situado encima de la puerta de la Sacristía: El Convite del Fariseo ”

No obstante, el centro de atención de esta capilla es el majestuoso cuadro situado encima de la puerta de la Sacristía: El Convite del Fariseo. Se trata de una de las pinturas más significativas del barroco malagueño. Su autor, Miguel Manrique, discípulo de Rubens, combina a la perfección la influencia flamenca, la viveza del colorido, la precisión y el naturalismo español.

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